Los científicos del Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea y la Organización Meteorológica Mundial han informado que julio del 2023 se convirtió en el mes más caluroso jamás registrado en la historia del planeta.
Las temperaturas extremadamente altas han afectado vastas franjas de tres continentes, provocando incendios devastadores y océanos calentándose a niveles sin precedentes. Los datos revelan que el período de tres semanas hasta ahora ha sido el más caluroso jamás registrado, superando registros anteriores por un margen significativo.
La temperatura media del aire global durante los primeros 23 días de julio ha sido de 16,95 grados Celsius (62,51 grados Fahrenheit), superando el récord anterior de 16,63 grados Celsius (61,93 grados Fahrenheit) establecido en julio de 2019.
Los registros climáticos utilizados para rastrear estas temperaturas se remontan a 1940, pero muchos científicos advierten que es probable que estas temperaturas sean las más cálidas en 120,000 años, ampliada en datos climáticos de milenios extraídos de anillos de árboles, arrecifes de coral y núcleos de sedimentos marinos.
El cambio climático causado por el hombre es señalado como el principal impulsor de este calor extremo. La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera es directamente proporcional a la temperatura global del aire, según explicó Samantha Burgess, subdirectora de Copérnico.
El impacto humano del calor abrasador ha sido devastador. Estados Unidos ha experimentado temperaturas superiores a los 50 grados centígrados (120 grados Fahrenheit), lo que ha llevado a un aumento de muertes relacionadas con el calor y quemaduras mortales por caídas al suelo abrasador.
En el Mediterráneo, los incendios forestales alimentados por altas temperaturas han cobrado la vida de más de 40 personas. Mientras tanto, en Asia, las olas de calor prolongadas e intensas han causado pérdidas de vidas y amenazas a la seguridad alimentaria.
Se estima que el cambio climático ha jugado un papel "absolutamente abrumador" en las olas de calor de este verano en Estados Unidos, China y el sur de Europa, según un estudio reciente.
Aunque la fluctuación climática natural de El Niño aún está en desarrollo y no ha tenido un gran impacto en las temperaturas actuales, se espera que tenga un papel más relevante en el próximo año, lo que podría elevar aún más las temperaturas. La situación climática es alarmante y resalta la necesidad de tomar medidas urgentes y coordinadas a nivel global para enfrentar la crisis climática.
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