La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha dado luz verde al uso de las vacunas actualizadas de Moderna y Pfizer contra el Covid-19, en un esfuerzo por hacer frente a las variantes más recientes del virus que están circulando en el país.
Según la FDA, se han tomado medidas para autorizar el uso de emergencia de estas vacunas actualizadas, que han sido específicamente formuladas para combatir las variantes del coronavirus que representan una amenaza en la actualidad.
Estas nuevas formulaciones de las vacunas están diseñadas para atacar de manera más efectiva las variantes en circulación y, al mismo tiempo, proporcionar una mayor protección contra las consecuencias graves de la enfermedad, como la hospitalización y la muerte.
La aprobación de la FDA se aplica exclusivamente a las vacunas de ARNm actualizadas para el periodo 2023-2024, que son fabricadas por ModernaTX Inc. y Pfizer Inc. La agencia considera que estas actualizaciones incorporan un componente monovalente (único) que se dirige a la variante Omicron XBB.1.5.
Además, la FDA ha ampliado las pautas de elegibilidad para la administración de estas vacunas actualizadas. Ahora, los menores de 6 meses de edad son elegibles para recibir una primera dosis o una dosis de refuerzo de las vacunas contra la variante de Covid-19 Omicron.
También se ha establecido que son elegibles para recibir estas vacunas actualizadas:
Personas de 5 años o más, independientemente de su historial de vacunación, al menos 2 meses después de la última dosis de cualquier vacuna contra el Covid-19.
Personas de 6 meses a 4 años de edad que hayan sido previamente vacunadas contra el Covid-19, para recibir una o dos dosis de una vacuna de ARNm contra el Covid-19 actualizada.
Personas no vacunadas de 6 meses a 4 años de edad, para recibir tres dosis de la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer-BioNTech autorizada y actualizada, o dos dosis de la vacuna contra el Covid-19 de Moderna autorizada y actualizada.
Esta decisión de la FDA representa un esfuerzo continuo por parte de las autoridades sanitarias de Estados Unidos para adaptarse a la evolución del virus y garantizar una respuesta efectiva a las variantes emergentes, al tiempo que amplían el acceso a la vacunación para un rango más amplio de la población, incluyendo a los más jóvenes.
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