Pruebas en más de dos docenas de "gomitas" de melatonina vendidas como somníferos encontraron que algunas tenían cantidades potencialmente peligrosas de la hormona que ayuda a regular el sueño, según un nuevo estudio.
“Un producto contenía un 347% más de melatonina de lo que realmente figuraba en la etiqueta de las gomitas”, dijo el coautor del estudio, el Dr. Pieter Cohen, profesor asociado de medicina en Cambridge Health Alliance en Somerville, Massachusetts.
Un frasco de gomitas también podría contener ingredientes con los que no se contaba, dijo Cohen:
“Uno de los productos que mencionaba la melatonina no contenía melatonina en absoluto. Era solo cannabidiol o CBD”.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), “actualmente es ilegal comercializar CBD agregándolo a un alimento o etiquetándolo como un suplemento dietético”. Sin embargo, varios de los productos a los que se les hizo pruebas que contenían CBD en el estudio anunciaron abiertamente la adición de ese compuesto a su producto de melatonina, dijo Cohen.
“Cuatro de los productos testeados contenían niveles de CBD entre un 4% y un 18% más altos que en la etiqueta”, dijo Cohen.
El uso de CBD en medicamentos de venta libre es particularmente preocupante porque los padres pueden comprar gomitas para dárselas a sus hijos y ayudarlos a dormir, dijo la Dra. Cora Collette Breuner, profesora de pediatría en el Hospital Infantil de Seattle en la Universidad de Washington.
“No hay datos que respalden el uso del CBD en niños”, dijo Breuner, quien no participó en el estudio. "Actualmente solo se recomienda para un uso muy específico en niños mayores de 1 año con trastornos convulsivos intratables".
Además del CBD, consumir una gominola que, sin saberlo, contiene niveles extremadamente altos de melatonina, muy por encima de los 0,5 a 1 miligramo diarios por noche —que se ha demostrado que induce el sueño en los niños— también es peligroso, dijo Breuner, quien trabaja en el comité de medicina de la Academia Estadounidense de Pediatría, que actualmente está escribiendo nuevas pautas sobre suplementos en niños.
Los efectos secundarios del uso de melatonina en los niños pueden incluir somnolencia, dolores de cabeza, agitación y aumento de la enuresis nocturna o de orinar por la noche. También existe la posibilidad de interacciones dañinas con medicamentos y reacciones alérgicas a la melatonina, según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa, un departamento de los Institutos Nacionales de Salud.
La agencia también advierte que los suplementos podrían afectar el desarrollo hormonal, “incluyendo la pubertad, los ciclos menstruales y la sobreproducción de la hormona prolactina”, que causa el desarrollo de los senos y la leche en las mujeres.
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