En diversos rincones del mundo, incluyendo México, existe un mito arraigado en torno a los mariscos y sus mejores meses de consumo, vinculando la calidad de estos manjares con la presencia de la letra "r" en el nombre de los meses. Según esta creencia, los meses sin la letra "r" son los menos propicios para disfrutar de deliciosos platillos como el aguachile.
Esta tradición, transmitida de generación en generación, ha llevado a muchas personas a abstenerse de consumir mariscos durante los meses de mayo, junio, julio y agosto, donde la "r" brilla por su ausencia. La lógica detrás de esta práctica sugiere que durante estos meses, caracterizados por altas temperaturas, las condiciones ambientales no son las más adecuadas para preservar la frescura de los mariscos.
Pero, ¿cuál es el origen de este peculiar mito? Aunque no existe un consenso definitivo, se plantean diversas teorías al respecto. Algunos sugieren que la práctica se popularizó hace aproximadamente 40 años, en una época en la que los sistemas de refrigeración no eran tan eficientes como en la actualidad. Otros argumentan que esta creencia tiene raíces más profundas, remontándose incluso hasta hace más de 4 mil años, según el Museo de Historia Natural de Florida.
Una teoría interesante vincula los meses sin "r" con las temporadas de veda, períodos en los que se prohíbe la caza de ciertos animales para proteger su reproducción y evitar la extinción. Esta coincidencia temporal podría haber contribuido a la consolidación del mito, asociando los meses sin "r" con la idea de evitar consumir mariscos durante las temporadas de veda.
En resumen, aunque el mito de los meses sin "r" y el consumo de mariscos persiste, su origen exacto sigue siendo objeto de debate. Sin embargo, esta creencia continúa siendo parte de la cultura y las tradiciones de muchas comunidades, influyendo en los hábitos alimenticios de generaciones enteras.
Comments