El 30 de agosto, durante una misión científica en curso en el Golfo de Alaska, los investigadores y técnicos a bordo del buque científico Okeanos Explorer, perteneciente a la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos), se encontraron con un enigma en las profundidades marinas. Operando un mini submarino a control remoto a una profundidad de 3.300 metros, se toparon con un objeto inesperado y desconocido.
El objeto en cuestión era un espécimen de aproximadamente 10 cm de diámetro, de forma cúpula, de color dorado y firmemente adherido a una roca en el lecho marino. Estaba rodeado por una colonia de esponjas blancas, y un pequeño agujero cerca de su base sugirió que también el interior tenía el mismo color dorado. Los científicos a bordo del buque, intrigados por este descubrimiento, lo denominaron simplemente 'orbe dorado'.
Sam Candio, coordinador de Exploraciones Oceánicas de la NOAA, explicó:
"A pesar de que pudimos recolectar el orbe dorado y llevarlo al barco, aún no podemos identificarlo más allá del hecho de que es de origen biológico. Y aunque resulta un poco humillante quedar perplejos ante este hallazgo, nos sirve como recordatorio de lo poco que sabemos sobre nuestro propio planeta y lo mucho que queda por aprender y apreciar sobre nuestros océanos".
Actualmente, el equipo de investigadores se encuentra trabajando para determinar si este misterioso orbe está relacionado de alguna manera con una especie conocida, si representa una nueva especie o incluso si podría ser una forma completamente desconocida de vida marina. Candio señaló que es probable que no obtengan respuestas definitivas hasta que puedan llevar el objeto a un laboratorio y utilizar herramientas más sofisticadas para su análisis.
La misión, denominada NOAA Seascape Alaska, tiene como objetivo explorar las aguas profundas frente a las costas de Alaska y comprender mejor su biodiversidad, tanto las especies conocidas como las desconocidas. Esta expedición comenzará hasta el 16 de septiembre, con más inmersiones de vehículos operados a control remoto, y se puede seguir en vivo en línea.
Candio concluyó diciendo:
"Las nuevas especies tienen el potencial de revelar nuevas fuentes de terapias médicas y vacunas, alimentos, energía y otros beneficios y conocimientos sociales. En conjunto, los datos y la información recopilados durante esta expedición nos ayudarán a cerrar brechas en nuestra comprensión de esta parte del planeta, para que podamos gestionarla y protegerla mejor".
Este descubrimiento subraya la vasta y misteriosa diversidad de la vida marina que aún queda por explorar en los océanos de nuestro planeta.
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