En Eslovaquia, una parvada de cisnes, compuesta por hasta 200 aves, se volvió adicta a las amapolas y tuvo que ser rescatada debido a esta preocupante situación.
Según informes de Baltic News, los cisnes comenzaron a acudir a los campos de amapolas en febrero de 2023, atraídos por los grandes charcos de agua presentes en la zona. Sin embargo, desconocían que la amapola es una planta tóxica en su totalidad, excepto por sus semillas, y comenzaron a ingerir las flores.
Con el tiempo, el consumo regular de las amapolas tuvo graves consecuencias para las aves. Los cisnes perdieron la capacidad de volar y se reportaron varias muertes en la parvada. Incluso el agricultor eslovaco Balints Pam, propietario de los campos de amapolas, sufrió pérdidas significativas. Las aves se comieron cinco hectáreas de amapolas, lo que resultó en una pérdida de más de 10 mil euros, equivalente a 187.442,50 pesos mexicanos.
Ante esta situación preocupante, los empleados de la Defensoría Estatal de la Naturaleza iniciaron patrullas en la zona para proteger tanto los campos como a los animales. Se llevaron a cabo operativos de rescate para salvar a los cisnes adictos a las amapolas. Estas aves habían perdido completamente su temporada de apareamiento y se dedicaban exclusivamente al consumo de flores.
Una vez rescatados de los campos de amapolas, los cisnes fueron trasladados a veterinarios en otras localidades para recibir tratamiento de desintoxicación. Se espera que, una vez que recuperen su estado de salud, puedan regresar a su hábitat natural.
Sin embargo, aún existen incógnitas sobre las medidas de protección que se implementarán en los campos de amapolas para evitar que los cisnes regresen y recaigan en su adicción. Es crucial encontrar soluciones efectivas para garantizar la seguridad de estas hermosas aves y preservar la flora local.
Comentarios