Investigadores han dedicado décadas a estudiar cuántas mentiras diarias pronuncian las personas. Gracias a diversos estudios, se han logrado establecer promedios y determinar si existen condiciones que influyen en la tendencia de las personas a mentir con mayor frecuencia.
Según el portal The Conversation, se estima que cada persona puede decir entre una y dos mentiras al día, basándose en un estudio realizado por la psicóloga Bella DePaulo a mediados de los años 90. Sin embargo, los especialistas enfatizan que los promedios no describen la conducta de individuos específicos.
Por ejemplo, una investigación centrada en miembros de la Universidad de Virginia encontró que los estudiantes mentían aproximadamente dos veces al día, mientras que el resto de la comunidad lo hacía una vez al día. Esto demuestra que podría haber personas que mienten con frecuencia y otras que lo hacen raramente dentro de un grupo.
A pesar de los límites en las investigaciones, un estudio realizado en 2010 por la Universidad Estatal de Michigan reveló que los participantes informaron un total de 1,646 mentiras. De mil participantes estadounidenses en el estudio, el 59.9% afirmó no haber dicho una sola mentira en las últimas 24 horas, aunque los expertos reconocen que si se puede confiar en que los mentirosos digan la verdad acerca de sus mentiras es una cuestión distinta.
En cuanto a si las condiciones influyen en la frecuencia de las mentiras, los expertos creían que el medio por el que se decían las mentiras importaba. Sin embargo, los estudios han demostrado que el medio, ya sea en persona o de manera remota, no parece tener un impacto significativo en la tendencia a mentir. Un estudio de 2014 realizado por la Universidad Northwestern en Estados Unidos encontró que al pedir a los participantes que revisaran sus 30 mensajes de texto más recientes, el 23% afirmó que no había ningún mensaje engañoso. Para el resto del grupo, la gran mayoría señaló que el 10% o menos de sus textos contenían mentiras.
A pesar de estos hallazgos iniciales, no se han alcanzado conclusiones definitivas. Los expertos reconocen que mentir tiende a ser una conducta rara, excepto en el caso de un pequeño grupo de mentirosos frecuentes. Para obtener una comprensión más completa de este fenómeno, se requiere una mayor replicación de estudios y un enfoque en estudios transculturales. También se deben considerar otras variables como la edad, el género, la religión y la afiliación política.
Comments