Denis Ordovás y Letícia, una pareja que ha compartido una década de matrimonio, tomaron la valiente decisión de abrir su relación a una tercera persona, Keterlin Kaefer, en un compromiso poliamoroso que desafió las normas sociales convencionales. Ahora, su historia ha alcanzado un hito legal sin precedentes en Brasil.
Tras una década de convivencia y amor compartido, este trío poliamoroso brasileño ha obtenido un fallo histórico del Juzgado de Familia y Sucesiones de Novo Hamburgo que reconoce oficialmente su relación poliamorosa y garantiza que su futuro hijo, Yan, pueda llevar los apellidos de los tres padres.
El nacimiento de Yan está programado para el 13 de octubre y, gracias a esta decisión, el niño tendrá todos los derechos legales como hijo de Denis, Letícia y Keterlin. Este logró representa un avance significativo en la adaptación de las leyes a las cambiantes estructuras familiares en la sociedad moderna.
Letícia expresó su alegría tras conocer la sentencia:
"Las familias están cambiando, y ya era hora de que estas relaciones se vieran. Estábamos muy contentos con la decisión; después de todo, han pasado diez años. Muchas relaciones 'normales' ni siquiera llegan a ese punto".
La pareja siempre había planeado tener hijos, y cuando se enteraron del embarazo, decidieron llevar su caso a los tribunales después de que previamente se les negara oficializar su relación debido a que ya estaban casados desde 2006. En ese momento, el registro civil les exigió que se divorciaron antes de poder registrar su relación poliamorosa.
Sin embargo, la reciente decisión judicial ha eliminado esta barrera y garantiza los derechos parentales de Yan.
A pesar de los desafíos, Denis, Letícia y Keterlin nunca ocultaron su relación a nadie y en su mayoría, recibieron respuestas positivas de su entorno. El juez Gustavo Borsa Antonello, en los fundamentos de su fallo, destacó que la unión de los tres adultos está "revestida de publicidad, continuidad, cariño y con el objetivo de formar una familia y buscar la felicidad".
Este fallo legal marca un precedente en Brasil al reconocer y respaldar una estructura familiar no convencional y refleja la creciente aceptación y comprensión de las diversas formas de amor y convivencia en la sociedad actual.
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