Un equipo de científicos chinos, en colaboración con el médico español Miguel Ángel Esteban, ha logrado un hito histórico en el campo de la medicina regenerativa al generar un esbozo de órgano humano en embriones de cerdo. Este logro, que implica la creación de riñones humanizados en cerdos, representa un avance significativo hacia la posibilidad de utilizar mamíferos como una fuente viable de órganos para trasplantes. Sin embargo, este emocionante avance también plantea desafíos éticos monumentales.
El Dr. Miguel Ángel Esteban, nacido en Castellón de la Plana, España, en 1969, se mudó a China en 2008, donde se unió al Instituto de Biomedicina y Salud de Guangzhou. Allí, junto a sus colegas chinos, lograron reprogramar células humanas adultas para restaurar su capacidad de formar cualquier órgano o tejido del cuerpo humano. Para llevar a cabo este experimento, introdujeron células humanas pluripotentes en embriones de cerdo que habían sido modificados genéticamente para evitar el desarrollo de riñones porcinos.
Como resultado, las células humanas ocuparon este nicho y generaron riñones rudimentarios, específicamente una fase intermedia del sistema renal conocida como mesonefros. Estos embriones híbridos cerdo-humano fueron gestados en cerdas durante aproximadamente 28 días, lo que representa una cuarta parte del tiempo de gestación de los cerdos. Sorprendentemente, la mitad de las células de estos riñones son de origen humano.
Este estudio, liderado por el científico chino Liangxue Lai, continúa la línea de investigación iniciada por el equipo del investigador español Juan Carlos Izpisua en 2017. En ese año, se anunció la creación de embriones de cerdo-humano, pero con una proporción mucho menor de células humanas en comparación con este nuevo experimento.
Aunque aún no se ha logrado desarrollar órganos humanizados completamente maduros en cerdos, este avance representa un paso significativo en esa dirección. Actualmente, se realizan aproximadamente 150.000 trasplantes de órganos en todo el mundo cada año, pero la demanda supera con creces la oferta. Solo en Estados Unidos, hay una lista de espera de 100.000 personas, y 17 de ellas fallecen diariamente mientras esperan un trasplante, según estadísticas oficiales.
No obstante, la creación de órganos cerdo-humano plantea cuestiones éticas complejas y suscita preocupaciones sobre los límites de la investigación científica en este campo. En investigaciones anteriores, se ha establecido la condición de que los animales con células humanas no puedan reproducirse, con el fin de abordar los riesgos biológicos y éticos asociados con esta tecnología.
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